¿Presión laboral? Te enseñamos a gestionarla

Estos son los temas que trataremos:

Actualmente, no cabe duda para nadie a día de hoy de que la mayoría de trabajadores/as, en algún que otro momento, se ven forzados a trabajar bajo presión laboral. 

Esto se debe a que el mercado laboral es cada vez más competitivo y las nuevas tecnologías han influido mucho en este sentido. La globalización requiere que nos sepamos adaptar a los nuevos estándares mundiales y estar a la orden del día de la manera más rápida y eficaz posible.

Precisamente por eso ser capaz de trabajar bajo presión es una habilidad que cada vez se valora más en las personas.

Pero, antes que nada, conviene distinguir lo que es trabajar bajo presión y lo que es trabajar con estrés.

¿Trabajo bajo presión o trabajo bajo estrés?

No, no es lo mismo, aunque a priori pueda parecerlo. 

Y es muy importante aprender a diferenciar una cosa de otra, ya que el trabajo bajo presión no tiene por qué ser negativo, en cambio, el estrés sí es perjudicial y puede afectar a tu salud mental cuando se produce de forma continuada y prolongada durante el tiempo. 

Para poder diferenciarlos es esencial cultivar el autoconocimiento, aunque en este artículo te vamos a dar las claves para que aprendas a diferenciarlos.

Cuando sentimos elevados niveles de estrés es porque las exigencias, que pueden ser internas o externas, se perciben como demasiado elevadas y no tenemos los recursos (en tiempo, dinero, conocimiento o energía, por ejemplo) para poder cumplir con las demandas que se nos presentan.

Por otro lado, cuando hablamos de trabajo bajo presión, hablamos del que se percibe como algo importante que depende de que saques a relucir tus mejores habilidades para hacer frente al trabajo.

La presión puede implicar sentimientos de ansiedad y, a veces, de temor por no saber si lograremos los resultados esperados. 

El trabajo bajo presión laboral suele aparecer en momentos de crisis o cuando necesitamos dar solución a situaciones complicadas que han aparecido, algo que por desgracia ocurre muy a menudo en el mercado laboral actual. 

Lo que queremos decirte es que bajo situaciones de estrés, el objetivo tiene que ser poder relajarse y reducir los niveles de activación para poder garantizar el más alto y mejor rendimiento, cosa que en las situaciones bajo presión controladas podemos asegurar.

Si el trabajo bajo presión es constante y no da ni un respiro, es posible que pasemos al estrés y sus consecuencias, por eso saber manejarlas es de vital importancia para mantener una buena salud mental. 

La habilidad de saber llevar el trabajo bajo presión laboral implica mantener la eficiencia ante condiciones adversas. 

¿La buena noticia? Es una habilidad que se puede aprender.

Por eso, a continuación, té compartimos 10 tips o consejos para tener a raya el trabajo bajo presión y que también pueden de ser de mucha ayuda en momentos de estrés.

10 consejos para trabajar bajo presión laboral sin explotar como una olla.

Es cierto que hay cierto tipo de trabajos y profesionales que tienen que gozar de la capacidad de trabajar y rendir incluso en ambientes dónde las exigencias rozan lo abusivo. 


La clave para que los niveles de productividad no desciendan a los mínimos es saber manejar las situaciones con una buena planificación, organización, capacidad de mantener el foco de atención y priorizar las tareas, entre otras.

Establece prioridades firmes para evitar la presión laboral

A no ser que la situación venga de improviso, si ya sabes cuándo puede ocurrir o qué la provoca, adelántate y planifica.

Es posible que te suene de algo la llamada Ley de Parkinson: cuanto más tiempo tenemos, más dilatamos la tarea, esto nos pasa a menudo con todo, de manera que hacemos más cuando se acerca la fecha límite que en todo el tiempo anterior. Esa sensación de ir corriendo la podemos solucionar de una manera muy sencilla teniendo una buena planificación previa.

Es de vital importancia que te tomes unos minutos para organizar el tiempo diferenciando con una claridad cristalina, lo que es importante de lo que es urgente y crear tu calendario en función de esta clasificación.

Registra los tiempos

Una vez que hayas determinado las tareas que son prioridad, debes empezar a bloquear unos tiempos estipulados para cada tarea, para evitar distraerte y tener claros los márgenes que tienes que cumplir para lograr el éxito. 

Cambia a la perspectiva del cliente

Nunca olvides que para poder priorizar es necesario que te pongas en la piel de tu cliente o la persona que requiere tus servicios, visualiza que necesita primero, en segundo lugar y de esta manera te saldrá solo el proceso más óptimo.

Descarta aquello que no es productivo

Deja de lado todas aquellas actividades que no te estén aportando un valor real al objetivo que te has marcado, debes eliminarlas incluso de tu lista de tareas o redefiniarlas para que pasen a ser tareas relevantes para el objetivo. 

Práctica y vencerás

Prepárate por los “y si…” y ponte en la peor situación, además de todas las posibles situaciones que puedan provocarte estrés, en este sentido te vendrá muy bien realizar un brain storming. Para poder ser ágil, rápido y efectivo es esencial tener una preparación previa.

Cuantas más herramientas tengas, mejor podrás responder a cualquier situación que se presente, ya lo dice el dicho, hombre precavido vale por dos.

Los post it pueden ser tu mayor aliado

Para aliviar un poco la carga mental, apóyate en notas y recordatorios. Hazte listas te recomiendo que sean listas que tengas a mano o que aproveches muchos software que te pueden facilitar el recordatorio.

Trabaja en equipo cuando sea necesario

Tendemos a querer hacerlo todo nosotros solos como si eso lo hiciera más digno, no olvides que pedir ayuda es mucho más inteligente que cargarnos con demasiadas cosas y al final no llegar a la meta. No dudes en pedir ayuda cuando la necesites.

Tampoco te olvides de ofrecer una mano de ayuda cuando puedas hacerlo, pero sé comedido, tampoco se trata de que te cargues con cosas de los demás en exceso.

Visualiza el objetivo y la meta

Tenemos una gran capacidad para recrear en nuestra mente escenarios y resultados, el hecho de crear en la mente la situación moviliza todos los recursos disponibles para afrontarla. Esto sirve para situaciones complicada y exitosas.

Haz ejercicios de relajación para la presión laboral

Mientras estés trabajando, tómate unos minutos para relajarte y practicar algún ejercicio de respiración y mindfulness. Esto te ayudará a reducir las revoluciones y poder afrontar las tareas con más calma y sin tomar decisiones precipitadas. 

Deporte y Descanso , las dos D’s esenciales

Gran parte de la presión laboral que puedes experimentar en tu vida profesional se puede liberar a través del ejercicio y recobrar energía gracias a un buen descanso reparador.

Por eso es recomendable, si no imperioso, que antes o después de tu jornada te dediques un tiempo para ti mismo para cultivar y trabajar cuerpo y mente con actividades y personas que te alejen del mundo laboral y te ayuden a cargar las pilas. 

De hecho, en los momentos de mayor pico de estrés y trabajo es posiblemente cuando más prioritario debe ser encontrar esos remansos de paz para poder recuperarte y hacer que el tiempo que pasas en el trabajo sea mucho más efectivo y productivo.

Actualmente, aprender a trabajar bajo presión es una habilidad que cada vez más requieren las empresas y que debemos saber encontrar y valorar en los candidatos. 

Sigue los consejos que te hemos dado en el artículo para cultivar tu capacidad de trabajar bajo presión y si sientes que necesitas ayuda para poder encontrar a las personas adecuadas para formar parte de tu empresa, no lo dudes, pide ayuda y contacta con nosotros

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