Job Hopping: la nueva tendencia laboral entre las nuevas generaciones de profesionales

Estos son los temas que trataremos:

Se denomina job hopping a la práctica de trabajar en diferentes empresas durante muy poco tiempo. Podría argumentarse que el mercado laboral actual ya implica que la duración de las relaciones laborales es más corta que antaño, y es cierto. Sin embargo, los denominados job hoppers cambian de empleo con mayor rapidez que el resto de trabajadores. De hecho, el job hopping puede definirse como un patrón de comportamiento que implica el cambio voluntario de trabajo cada año o dos años. Independientemente de las circunstancias externas. Si hay despido o cierre de la empresa, no hay job hopping.

La relación entre las empresas y los job hoppers

No hace tanto tiempo como pueda parecer, los empleados establecían relaciones muy duraderas con las empresas para las que trabajaban. Relaciones que podían extenderse tanto tiempo como una carrera profesional completa. De hecho, los empleadores tendían a sospechar de aquellos trabajadores con un currículum demasiado variado. Se entendía que la estabilidad era indicio de fiabilidad; mientras que las personas que cambiaban a menudo de empleo se tenían por poco fiables. 

Sin embargo, en la actualidad, lo más frecuente es que los empleados cambien varias veces de puesto y de empleador a lo largo de su carrera. La media de duración en un puesto de trabajo se sitúa, en las personas de entre 20 y 34 años, en 2,3 años. Una cifra sensiblemente baja.

Algunos empleadores todavía sienten prejuicios a la hora de contratar a personas con una movilidad tan alta, mientras que otros prefieren a aquellos que cuentan con experiencia variada por encima de quienes han permanecido siempre en un mismo puesto de trabajo. Quienes apuestan por los job hoppers  lo hacen porque entienden que estos no temen al cambio, son más flexibles y poseen mayor capacidad de adaptación. También se sabe que el job hopping ayuda a desarrollar un rango más amplio de habilidades.

Cómo usar el job hopping en tu propio beneficio

Una vez que decidas que el job hopping es lo que necesitas para dar a tu carrera el rumbo que prefieres, asegúrate de que tus cambios de trabajo mantienen una dirección clara y con sentido. Y sigue estos pasos para que tus relaciones laborales no se resientan. La reputación es importante en el mercado laboral.

Determina qué ganas con cada cambio de empleo

Para ello debes preguntarte si el nuevo empleo que se te ha presentado o que has encontrado es el más adecuado. En este sentido, la mejora salarial es un elemento a tener en cuenta, pero no el único. Averigua si desarrollarás nuevas habilidades que te beneficien a largo plazo.

Cambiar de trabajo porque el título suena mejor es un movimiento que no siempre termina tan bien como cabría esperar. Asegúrate de que ese puesto de dirección que te ofrecen tiene un contenido acorde con su nombre. El job hopping debe ayudarte a avanzar en tu carrera. ¿De verdad en tu nuevo puesto te enfrentarás a nuevos retos o solo vas a realizar las mismas funciones bajo un nombre diferente?

Deja pasar un tiempo razonable

Lo cierto es que no resulta fácil establecer qué tiempo es razonable, pero la mayor parte de los empleadores consideran que un año o dos por puesto de trabajo es un plazo que pueden asumir.

También puedes controlar los tiempos solicitando únicamente empleos temporales. Esto te ayudará en entrevistas con empleadores de un perfil más tradicional, pues tendrás una buena explicación que aclare por qué tus contratos han sido más cortos.

Deja la empresa de manera profesional

En muchas empresas todavía se piden referencias, así que es buena idea que, cuando dejes tu puesto de trabajo, lo hagas en los mejores términos posibles. Da tanto preaviso como puedas, ofrécete a formar a tu sustituto y se transparente acerca de los motivos de tu marcha.

Y, si buscas un nuevo empleo, pero no terminas de encontrar el puesto perfecto, ponte en contacto con nosotros.

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