Si alguna vez has lidiado con emociones en el trabajo, primero de todo, ¡felicidades, eres un ser humano! Y es posible que tengas lo que se conoce cómo Inteligencia Emocional
Reconoce que las emociones en el trabajo son válidas y normales, no tenemos un chip para activar y desactivar nuestra inteligencia emocional en el trabajo.
Aunque hay un momento y un lugar para expresar estas emociones en el trabajo, serías un robot si nunca tuvieras ningún sentimiento sobre el trabajo.
Es probable que te importe mucho tu trabajo y lo último que quieres es decepcionarte a ti mismo o a los demás, esto te puede generar sentimientos poco agradables.
No solo eso, sino que pasamos más de un tercio de nuestras horas de vigilia en el trabajo. Cuando te paras a pensarlo es cuando realmente te das cuenta de la cantidad de tiempo que inviertes
Por lo tanto, no es sorprendente cómo nuestros trabajos pueden afectar nuestra salud mental, o que las emociones sobre cosas que suceden fuera del trabajo a menudo pueden surgir durante las horas de trabajo, como te decíamos arriba, no somos robots.
Como sabemos que es inevitable que las emociones aparezcan en algún momento u otro, te queremos dar herramientas para que puedas lidiar con ellas basadas en la inteligencia emocional en el trabajo.
Reconocer es el primer paso de la Inteligencia Emocional
Escucha tu cuerpo. A menudo, sentimos nuestras emociones en nuestros cuerpos antes de que podamos identificarlas. ¿Te notas las pulsaciones aceleradas? ¿Quizás mucho calor en la zona de la tez y del cuello? Puede estar más ansioso de lo que crees.
Trata de no tomar ninguna decisión mientras te sientas molesto o agitado, si puedes, claro está.
Las investigaciones muestran que nuestras habilidades para tomar decisiones se ven comprometidas cuando nos sentimos ansiosos, estoy seguro de que en más de una ocasión te has arrepentido al instante de lo que acabas de soltar por la boca.
Conoce el clima y la cultura de tu empresa
La cultura de cada empresa es diferente, y algunas empresas pueden ser más vulnerables emocionalmente que otras.
Incluso si trabajas para una empresa que es más abierta a la hora de hablar sobre las emociones, es aconsejable poner en práctica algunos límites, es muy posible que no se tenga porque enterar todo el mundo sobre los problemas que enfrentas en tu vida.
Encuentra tu persona anclaje
En un mundo ideal, estaría bien compartir cómo te sientes con un compañero de trabajo, sería lo ideal, pero tenemos que basarnos en la realidad.
Sabemos que no siempre es el caso de todos los coworkers, no podemos confiar en todos, sería un acto temerario.
Encuentra a un aliado de confianza en el trabajo con el que puedas desahogarte cuando las cosas se sientan difíciles, no buscando que te solucione nada, simplemente que valide tus emociones.
Modelo inteligencia emocional en el trabajo
Si diriges a otras personas o tienes una posición de liderazgo, puedes marcar la pauta para crear un entorno de apoyo en el que sus colegas se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos.
Evita rechazar tus emociones
Tenemos la tendencia a etiquetar las emociones cómo algo “bueno” o “malo”, las emociones son información, no son buenas ni malas, eso es más propio de las películas.
Las emociones se convierten en algo tremendamente relevante, especialmente si te encuentras en un puesto de cara al público o al cliente. Estar en contacto con tus emociones puede ayudarte a construir relaciones y alianzas más sólidas con los demás.
Acepta que no puedes elegir a tus compañeros de trabajo
Por lo general, no podemos elegir con quién trabajamos. Es inevitable en un lugar de trabajo, habrá muchas personalidades y estilos de trabajo diferentes y no todos vibrarán.
Está bien, no necesitas ser el mejor amigo de tus compañeros de trabajo, solo necesitas hacer el trabajo y no dejar que te afecte en tu vida personal.
También sabemos que a veces estos compañeros de trabajo son exactamente los que hacen que surjan tus emociones en el trabajo.
Aprende a optar por una mentalidad de crecimiento, incluso de aquellas personas de las que crees que no puedes aprender nada, estamos seguros de que algo puedes sacar de esa relación, no te cierres en banda de primeras.
Crear límites saludables
También es genial disfrutar de pasar tiempo socialmente con tus compañeros de trabajo, pero cuanto más pases el rato con ellos, más confusos se volverán los límites entre la vida laboral y la familiar.
Esto puede dificultar aún más las transiciones laborales y que entres en un bucle en el que te genere la sensación de no desconectar nunca del trabajo.
En el otro lado de la moneda, haz tu mejor esfuerzo para mantener tu vida hogareña en casa, para evitar que esto pueda afectar a tu rendimiento, si tienes que contar con alguien que sean con amigos de gran confianza.
Prepara tus herramientas de inteligencia emocional en el trabajo
En ocasiones es inevitable que sientas muchas emociones en el trabajo. En este punto, es importante que tengas un conjunto de herramientas de salud mental para poder gestionar las emociones en el momento que aparecen.
Tal vez esto implique escribir rápidamente una entrada de diario o una nota para ti mismo en tu escritorio, tomarte un minuto para respirar profundamente o incluso salir de una reunión para tomar un poco de aire si no ves otra opción para evitar que tus emociones tomen las riendas de la situación
Te proponemos algunas que te pueden ayudar como medidas preventivas y rectificativas.
Autocuidado
Muchas cosas que pueden causar grandes emociones en el trabajo son síntomas de problemas mayores en la sociedad o dentro de tu empresa y no son tu culpa.
Algunas de las siguientes sugerencias pueden al menos ayudarte a manejar lo que puedes controlar en este momento para tu propia tranquilidad, no olvides que sobre lo único que tienes poder real es sobre tu propia persona.
Usa tus días de vacaciones si o si
Tus días de vacaciones son parte de su retribución como empleado.
No devolverías parte de su salario, entonces, ¿por qué no usarías estos días pagados?
Incluso si actualmente no puede tomarte unas vacaciones más prolongadas, muchas veces es suficiente con parar un par de días para evitar que todo explote por los aires.
Además, literalmente podría salvarte la vida: un estudio de la Organización Mundial de la Salud descubrió que trabajar más horas conducía a un mayor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
No sacrifiques tus horas de sueño
Todo se siente más complicado cuando estamos cansados y gestionar nuestras emociones no es diferente.
La cantidad y calidad del sueño que obtenemos afecta nuestra capacidad de regulación emocional. Sin embargo, esto es un bucle que se retroalimenta, nuestro descanso se ve influido por nuestras emociones y viceversa.
Tómate tiempos de descanso a solas
Si puedes, incluso si es solo por unos minutos, pon distancia con tu trabajo. Utiliza tu tiempo de descanso al medio día o media mañana para practicar una alimentación consciente, lo que en inglés se llama mindfull eating, evita la multitarea a toda costa.
Conoce tus límites
Esto se aplica tanto a las personas con las que puedes trabajar en un proyecto como a la cantidad de trabajo que asumes.
Si de entrada sabes que con ciertas personas vas a ser incapaz o te va a resultar muy estresante trabajar, puedes decir que “no” a un proyecto, aunque parezca muy interesante, puede valer mucho la pena si tu paz está en juego. Ningún trabajo compensa una falta de salud.
Pide ayuda profesional
Si sientes que tus emociones en el trabajo son demasiado intensas para gestionarlas en solitario, o están interfiriendo con su trabajo, podría ser útil hablar con un profesional de la salud mental que pueda ayudarte a lidiar con estas emociones, así como a descartar cualquier problema de salud mental que podría estar apareciendo en consecuencia.
Sabemos que el entorno laboral puede ser un lugar muy estresante y aprender a crear equipos con empatía, resiliencia y buena inteligencia emocional es fundamental. Por eso en Affinis optamos por procesos de selección que tienen en cuenta todas estas competencias
¿Te gustaría que te ayudemos? Contacta con nosotros y lo haremos encantados.
